Iniciando el mes, el jefe del Ministerio Público denunció
comportamientos discriminatorios al interior de la cárcel de hombres de la
ciudad, a partir de algunas quejas de familiares de reclusos, que afirmaban que
sus allegados eran víctimas de atropellos por su condición de minoría. Después
de las denuncias radicadas en la Personería, se procedió a realizar la
investigación pertinente, en donde se concluyó que las discriminaciones se dan
entre los mismos reclusos, más exactamente de los reos contra un grupo de 20
internos de la comunidad LGBTI que tienen el Virus de Inmunodeficiencia Humana,
VIH.
Pese a que la comunidad gay se encuentra en un patio
exclusivo, comparten espacios comunes con presos de otros patios, como canchas,
colegio, trabajo, entre otros y aparentemente sería en esos momentos en los que
son víctima de insultos o rechazo, así mismo se estableció que la misma
comunidad a la que pertenecen, los rechaza. El personero municipal afirmó que,
“la discriminación se da más por el hecho de la enfermedad que tienen, que por su
misma condición de pertenecer a la comunidad gay, pues notamos que hasta la
misma comunidad a la que pertenecen, presenta cierto grado de rechazo por este
grupo de personas”.
De la misma forma, se aclara que en ningún momento la
denuncia fue dirigida a los guardias del INPEC o funcionarios de la institución
carcelaria, sino a los mismos penados, situación que después de la
correspondiente investigación se reconfirmó. Así lo aseguró Rueda González,
diciendo que, “en ningún momento se podría afirmar que los guardias son los
responsables de las discriminaciones, por el contrario notamos que los
funcionarios del INPEC, son especialmente respetuosos con esta comunidad por su
condición de minoría, muy contrario a lo que se ha especulado de forma
malintencionada, de que los guardias son los responsables de los malos tratos
que atentan contra los derechos de los reos”.
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