La imagen de un expresidente sentado en una curul, sometido a la disciplina de un colega parlamentario, resulta inédita en Colombia. Álvaro Uribe regresa al Congreso en esa condición y sus radicales discursos serán la gran atracción.
El
comportamiento de las cuatro bancadas, liberales, conservadores, La U y Centro
Democrático, que controlan la mayoría del Senado, también será inédito y
seguramente las coaliciones serán circunstanciales en torno a las distintas
iniciativas sin que se descarten alianzas entre sectores opuestos como pueden
son el Polo Democrático y los uribistas.
Claudia
López, Iván Cepeda, Viviane Morales y el mismo Robledo, anunciaron tener
preparadas las municiones para confrontar al expresidente, dispuestos a
desempolvar viejas investigaciones asociadas al paramilitarismo, los falsos
positivos, chuzadas temas frente a las que aún hay cuentas pendientes.
Será
el Congreso del trámite de los acuerdos de La Habana, con reformas pendientes:
justicia, salud, desarrollo rural, tributaria y la constitucional con la que
Santos se comprometió a abolir la reelección y ampliar el período presidencial
a cinco o seis años, según lo decida el Congreso.
El Partido
de la U logró 21 curules, representados en 2.200.000 votos.
Gracias a esto pudo poner después de un duro forcejeo presidente de Congreso:
el barranquillero José David Name.
El Centro
Democrático de Uribe logró con su lista cerrada 20 curules, menos de
lo que esperaban, pero significativo para una fuerza que apenas se estrenaba
electoralmente. Todo allí será una sorpresa porque la característica del grupo
es la inexperiencia legislativa aunque varios de ellos llegan fogueados en los
micrófonos por su condición de analistas y formadores de opinión.
El partido
Liberal con el veterano Horacio Serpa, será un aliado incondicional
del Presidente como lo demostró en la contienda reeleccionista. Aunque perdió
representación legislativa, seguramente será el grupo más favorecido en la
participación en el ejecutivo.
Las
18 curules del Partido Conservador pueden repetir en su rol de
“la fuerza que decide”, razón por la cual llegan en una buena condición para
buscar participación burocrática en la perspectiva de entrar a la coalición de
Gobierno.
El
partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras, Cambio Radical,
obtuvo un millón de votos con una lista integrada entre otros por Carlos
Fernando Galán y logró mantenerse con nueve curules en el Senado. Está será
también una bancada incondicional del gobierno Santos, que servirá de bisagra a
la hora de tener que recurrir a mayoría para el trámite de proyectos
complicados.
La
oposición llegará por cuenta del Polo y de un sector del
Partido Verde. Llegan caras nuevas como el profesor Senen Niño, el líder
campesino Alberto Castilla, y repiten destacados congresistas como Robledo, López
y Cepeda, quien dio el salto de la Cámara al Senado.
La Alianza Verde se estrena con Antonio Navarro y Claudia López como
sus mayores figuras. Ella estará en la comisión primera y Navarro en la tercera
y en la de paz. Ambos lideran una bancada que obtuvo cerca de quinientos mil
votos y está compuesta por cinco senadores.
Opción Ciudadana llega debilitada con una votación muy inferior a la
que esperaban y varios de sus militantes con enredos judiciales.
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